Un pedacito de mí

Soy una mujer amante de los cambios. Siempre, ya desde muy jovencita, los he necesitado para sobrellevar algo mejor esa cosa a la que llaman vida. Movimiento, sorpresas, cambios de ruta, paisajes nuevos, lugares a estrenar… me hacen sentir viva y con la adrenalina al nivel que necesito para sentirme feliz.
Lo jodido es cuando los cambios se imponen en tu vida sin tú haberlos llamado. Por cojones.
Es cierto que necesito emociones día tras día. Una de mis grandes enemigas es la monotonía, y sigo luchando para que no me roce ni un suspiro. Pero anoche soñé que tenía vértigo. Sé que es un sueño muy frecuente para algunos, pero el de anoche me dejó hecha un flan, abatida.

Hoy ha sido un día duro, muy duro. Siempre me acordaré del día de hoy, aún no puedo decir si por bien o por mal, pero no lo olvidaré jamás. Muchos cambios en muy poco tiempo, muy deprisa, a una velocidad casi salvaje, y debo tratar de canalizarlos lo mejor que pueda antes de hacerme pedacitos.

Tenía pensado para hoy, traeros uno de mis vídeos fetiches y contaros un poco su historia, pero hoy sólo me apetece Ella. Que, por cierto: ¿Os he hablado de Ella en alguna ocasión? Pues la verdad es que ahora no lo sé.
Ella es una voz que siempre siempre me acompaña, Ella es la que ha puesto la banda sonora en muchas épocas de mi vida (desde las más granates a las más blancas), y compartirla hoy con vosotros, es ofreceros un pequeño pedacito de mí.

No voy a presentarósla porque creo que no es necesario hacerlo.

Buen fin de semana.